Guts y sus compañeros desafían el mar abierto, con la esperanza de llegar a la patria de Puck, Elfhelm, y su poderoso rey elfo, que podría restaurar la cordura del ex amante de Guts, Casca. Pero buscar un santuario para Casca significa que Guts debe posponer su búsqueda de su ex amigo y líder, Griffith, quien ha renacido como un demonio infierno empeñado en la conquista. Los vientos del cambio soplan rápido y duro por las tierras devastadas por la guerra de la Santa Sede, y si Guts aguarda demasiado tiempo para exigir su venganza, Griffith podría alcanzar sus objetivos asesinos antes de que Guts pueda regresar a Midland para detenerlo.